sábado, 30 de octubre de 2010

CARTA A LOS CRISTIANOS DE NOVIEMBRE 2010

Hoja interparroquial de la
Prelatura de Cafayate Nº 271

Noviembre de 2010


¡Hola!
También como todos ustedes, en este mes, quiero celebrar a aquellos a quienes son nuestros amigos: los santos. Ellos contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidarnos. Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. El ajetreo de la vida quizás nos hace olvidarlos y perdamos por ello, la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es el 1º de noviembre.
Este día es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar también que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. ¡No temas ser santo! Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios.

Así como primeramente celebrar, también ahora quiero recordar a nuestros fieles y queridos difuntos, que seguramente nos dolemos por ellos.
Si nos detuviéramos en la calle a mirar las personas que pasan y pasan. Nos daríamos cuenta de que nadie de los que pasan piensa en la muerte. La muerte es dura para nosotros pero no deja de ser una cruda realidad. Estar en función de la vida es tener clara y continua conciencia de la necesidad de morir. Para un cristiano es así. Cuando muere una persona, no sabemos si se salva o se condena, por eso, oramos por ellos. El 2 de noviembre recemos por los difuntos, porque podrían necesitar de nuestra oración.
A mediados de mes celebramos una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, Cristo Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida; de la santidad y la gracia; de la justicia, del amor y la paz. En esta fiesta celebramos que Cristo puede empezar a reinar en nuestros corazones, y así el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. De esta forma Cristo transforma nuestra vida, nuestros hogares, empresas y ambientes.
Que estas tres celebraciones nos ayuden a crecer como cristianos, la muerte es una realidad de la que no conocemos cuando sucede, pero si es el motor para estar siempre preparados. Vivir es estar en función de esta preparación, sobre todo cuando descubrimos el ser llamados por Dios ha ser santos con lo que urge la necesidad de ponerlo a Cristo como Rey.

Pbro. Luis López
Parroquia de Cafayate

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miércoles, 27 de octubre de 2010

¿COMO ES NUESTRA GENERACIÓN?


Esta imagen, encontrada por Internet,
define de un modo muy concreto a esta generación.
¿Estás de acuerdo?
¿Qué añadirías, qué quitarías?
¿Cómo definirías a tu generación?
¿Se puede definir a una generación?
¿En qué se habrán fijado para pensar que hoy son así los adolescentes, jóvenes, adultos...?

domingo, 24 de octubre de 2010

Nuestra Oración.Evangelio. Semana 30 TO


El domingo pasado el Evangelio hablaba sobre la necesidad de orar con perseverancia. Continuando en la misma línea, Jesús enseña la necesidad de la humildad, la confianza y el abandono.

En la parábola del fariseo y el publicano que Cristo propone (Lc 18, 9-14), la figura del primero es la del hombre ensoberbecido por la peor de las soberbias, la espiritual. Cree que nada tiene que pedir a Dios, debido a su superioridad en la virtud y en el cumplimiento de los deberes. Por el contrario, el publicano, se da cuenta de su total indigencia ante el Señor y de su indignidad. Desde ese punto de vista, este personaje, lo necesita todo de Dios y depende enteramente de Él; sin tener ninguna prerrogativa: "Dios mío ten piedad de mí que soy un pecador"

Para nosotros, conscientes de las faltas que nos oprimen, apenan y dañan a los demás, saber que Dios "escucha la súplica del oprimido" (Ecli 35, 13; primera lectura del Domingo), tiene que ser una fuente de alegría y de confianza para dirigirnos a Él. No por sabernos malos debemos pensar que el Señor nos rechaza, todo lo contrario. Es más cuanto más pecadores nos consideremos, con mayor razón debemos dirigirnos al Señor, como lo hace el publicano:"Dios mío ten piedad de mí que soy un pecador"

Erróneamente pensamos que Dios solamente escucha a los que son buenos y a nosotros nos deja de lado. En realidad no es así, en realidad es al revés: Dios no nos escucha porque seamos buenos; Él es Bueno y por eso nos escucha. La bondad está en él; no en nosotros.

La oración humilde y confiada en Dios, que es misericordioso y puede perdonar, es la que justifica al publicano de la parábola: "Les aseguro que este último volvió a su casa justificado" (18,14). La justificación, según la Biblia, es equiparable a la santificación. De forma que la oración es la clave para nuestra conversión, para abandonar los pecados que nos oprimen, que dañan a los demás y a nosotros mismos.

En la oración del publicano el Señor pone una semilla potente capaz de transformar la vida. No es un sedante que me adormece en el mal, sino un suave ungüento que va permeabilizando mi dureza, hasta llegar a las capas más íntimas de mi conducta.

Animémonos entonces a rezar, a pesar de que nos demos cuenta que somos indignos, a pesar de que nos creamos alejados de la Iglesia y de Dios. Animémonos a rezar. Los oídos del Padre Misericordioso están atentos y sus manos, llenas de bendición.

A modo de curiosidad, la frase del publicano es conocida como la oración del corazón, muy fuerte en la tradición oriental de la Iglesia. A los que les interese pueden leer el libro Relatos de un Peregrino Ruso

sábado, 16 de octubre de 2010

FELIZ DÍA DE LA MADRE

Qué podremos escribir sobre la madre. A veces la pequeñez de una palabra no abarca la riqueza de la realidad. Sin embargo, a pesar de esta limitación, la palabra es el medio privilegiado por el que Dios se comunicó con la humanidad. Y es que, si por un lado, la palabra es pequeña, por otro es grande. Es la única manera de aproximarnos al ser de las cosas, de descubrirlo, de darlo a luz en nuestro espíritu. De hecho, no en vano es la palabra, como expresión del concepto, lo que nos distingue como seres humanos.

Pero la Palabra de Dios, manifestación divina en moldes humanos, no es solamente una cuestión de códigos idiomáticos o de abstracciones mentales. Por supuesto que los utiliza y se expresa a través de ellos. Sin embargo, la Palabra Divina en realidad es un Alguien, más que un algo. Ese Alguien es Jesucristo mismo. El Evangelio de San Juan es el que enseña, directa e inequívocamente, este misterio tan sublime: "El Verbo (Logos, Palabra) se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1, 14)

Lo hermoso es que esa encarnación del Verbo, tuvo lugar en el seno virginal de una Mujer. Dios quiso necesitar de Ella. El Hijo de Dios quiso ser Hijo de María. Nacido de una mujer expresará San Pablo en la Carta a los Gálatas (4, 4) Pudo haber sido de otro modo, pero es evidente que si este fue el elegido por Dios, es porque este era el modo perfecto.

Este hecho es el que nos pone delante del verdadero y sublime misterio de la maternidad. Dios quiso realizar su obra salvadora con la colaboración necesaria de una mujer, María Santísima. La Maternidad es entonces, un instrumento de salvación Divina para la humanidad.

Sin menoscabar, todas las apreciaciones emotivas y afectivas que podemos dar a nuestras madres en el día de hoy. Sin tirar por la borda todas las joyas literarias y artísticas que en este día se le brindan a las madres. Sin despreciar los pequeños detalles y regalos que les podemos hacer; muy por el contrario, abrazando todos ellos, podríamos mirar bajo esta lente la maternidad.

Madre es la mujer que se ha dejado abrazar por Dios, involucrándose en su obra de salvación. Esa es su vocación.

Engendrar un hijo, gestarlo, darlo a luz es asociarse con Dios para obtener la salvación eterna de ese nuevo ser humano. Por eso, la madre no puede reducirse a una simple gestora. No es solamente la que da el ser (que no es poco), sino la que posibilita la redención de un ser humano.

En definitiva, es el Señor el que quiere que venga a la existencia una persona; pero no para que intente ser feliz durante apenas ochenta o noventa años, sino para que sea feliz toda una eternidad. Para que eso se lleve a cabo cuenta con la colaboración principal de una mujer, de una madre...

Una verdadera mamá es quien se hace co-redentora de sus hijos, como María es co-redentora con Cristo de la humanidad entera. Por eso, su gozoso deber no puede ni explicarse ni agotarse solamente con la alimentación, vestido, educación, promoción social, de su prole; sino que va mucho más allá: traspasa las fronteras de la eternidad.

Vocación enorme la de la maternidad que una mujer no puede llevar a solas sobre sus espaldas, que requiere la ayuda incondicional de todos, principalmente de un esposo y de sus mismos hijos.

Recemos a la Madre del Cielo por todas nuestras madres y pidámosle que aprendan de Ella y que nosotros no las abandonemos jamás.

Feliz día, mamá!!!

sábado, 9 de octubre de 2010

Rosario por la Patria


Este año nos encuentra recordando el Bicentenario de nuestra Patria. Ella no nació huérfana de Dios, todo lo contrario: los valores cristianos estuvieron constantemente iluminando el accionar de los grandes hombres y mujeres que forjaron nuestra comunidad actual.

Los Obispos argentinos en el documento Hacia un Bicentenario en Justicia y Paz, expresaron: “Desde los inicios de nuestra comunidad nacional, aun antes de la emancipación, los valores cristianos impregnaron la vida pública. Esos valores se unieron a la sabiduría de los pueblos originarios y se enriquecieron con las sucesivas inmigraciones. Así se formó la compleja cultura que nos caracteriza. Es necesario respetar y honrar esos orígenes, no para quedarnos anclados en el pasado, sino para valorar el presente y construir el futuro. No se puede mirar hacia adelante sin tener en cuenta el camino recorrido y honrar lo bueno de la propia historia.”

Bajo la luz de esta fe cristiana, de la cual el Santo Rosario es una síntesis magnífica, podemos seguir adelante como pueblo. Reconociendo nuestros errores, curando nuestras heridas, y construyendo todos juntos un porvenir sin exclusiones, en Justicia y Solidaridad.


Clik aquí para leer e imprimir los misterios del Rosario por la Patria

miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Quién es la Virgen del Rosario " La Sentadita"?


La Virgen María es una sola aunque la demos diversos nombres. Aquí, en la Prelatura de Cafayate, sobre todo, la conocemos con el nombre de "nuestra Señora del Rosario" y familiarmente con el nombre de "La Sentadita".
La imagen suya, que se venera en la Catedral de Cafayate, tiene una historia hermosa que debemos conocer.

La Sentadita es:


  • Una imagen de la Virgen del Rosario de más de 250 años.

Los primeros misioneros que fundaron la "Doctrina del Rosario Calchaquí" , que luego daría origen al pueblo de Cafayate, trajeron del Alto Perú la cabeza y las manos de la imagen y un artesano local modeló el resto del cuerpo

  • Una Virgen peregrina y misionera.

Esta imagen fue modelada de forma sentada y colocada en una silla rústica para que pudiera ser trasladada con facilidad a todos los ranchitos del Valle Calchaquí de forma que pudiera visitar a todas las familias.

  • Una Virgen que fundó el pueblo de Cafayate.

Fue esta imagen de la Virgen, a la que Dña. Josefa Frías de Aramburu donó una serie de terrenos para que se la construyera una catpilla y con los terrenos sobrantes pudiera mantenerse su culto. En estos terrenos surgió el acutal pueblo de Cafayate.

  • Una Virgen que construyó la Catedral.

Con las numerosas limosnas y donativos que la Virgen del Rosario recaudó, Mons Julián Tozcano, construyó el actual templo en el cual fue entronizada en el año 1895

  • Una Virgen, que es patrona del agro.

Esta Virgen es patrona de los campos y viñas, de los trabajadores agrícolas y de todos los que trabajan en la industria vitivinícola del Valle Calchaquí

  • Una Virgen que es Reina del Valle Calchaquí.

En 1950 fue coronada canónicamente esta imagen de la Virgen, constituyéndose en Reina de las personas que vivimos en esta tierra.

  • Una Virgen que es patrona de la Prelatura de Cafayate.

En 1969, el papa Pablo VI, al crear la Prelatura de Cafayate, la nombró patrona de la Prelatura, de sus gentes y tierras.

La Virgen del Rosario, "la Sentadita". es nuestra Madre y Patrona. Por tal nos la dio la Iglesia. Nuestro amor, veneración y agradeciemietno hacia ella deben ser muy grandes... Ella es nuestra y nosotros somos suyos para siempre.

sábado, 2 de octubre de 2010

POR QUÉ REZAR EL ROSARIO

Muchas son las razones por las que es necesario rezar el Rosario...

En este video se nos dan 10...

Seguro que vos puedes encontrar, por lo menos hasta 50...