miércoles, 19 de octubre de 2011

NOTA DE CARA A LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

Creo que a nadie se le oculta la importancia de las próximas elecciones que tendrán lugar el domingo 23 de octubre. En este particular momento el voto cobra doble importancia. Primero, porque se eligen representantes para el Congreso de la Nación, que tiene a su cargo la elaboración de las leyes que rigen el país. Y en segundo lugar, porque se elige al presidente de la Nación. Es decir, se vota a la persona que conducirá la administración nacional, con todas las atribuciones de la gestión cotidiana en los asuntos públicos y también con notable influencia en todo el sistema de gobierno nacional.

Son los diputados y senadores que elijamos el próximo 23 de octubre quienes aprobarán o no el aborto, así como otras leyes de vital importancia para el futuro de la Argentina.

¿Qué criterios, como cristianos católicos, hemos de tener para votar a unos u otros candidatos?

Cuatro:

1º. Se debe elegir a aquellas personas que respeten absolutamente el derecho a la vida.
Nuestro voto tiene que dirigirse hacia las personas que, públicamente y de manera fundada, se hayan comprometido a proteger la vida de forma total, desde la concepción hasta la muerte natural. Ello significa, en concreto, personas que asumen el compromiso de no votar o vetar (en caso del Poder Ejecutivo) cualquier ley que legitime o despenalice el aborto o la eutanasia.

2º. Se debe votar a personas que defiendan la familia fundada en el matrimonio entre varón y mujer.
En este sentido es clave para la Nación que se elijan personas que defiendan el verdadero matrimonio entre varón y mujer; y sobre todo, de cara a las consecuencias de la ley del año pasado, en temas como maternidad subrogada o técnicas de fecundación artificial o adopción.

3º. Se debe elegir a personas que defiendan el derecho de los padres a educar a sus hijos.
Proteger y respetar este derecho de los padres, es particularmente urgente ante los debates sobre educación sexual que se extienden por el país y en los que se pretende imponer la ideología de género como cosmovisión educativa.

4º. Se debe elegir a las personas que mantengan las exigencias de la justicia en orden al bien común.
Entre estas exigencias, orientadas al bien común, están: Medidas para superar la pobreza; políticas de salud respetuosas de la dignidad de la persona y la familia; generación de una cultura del trabajo; creación de la infraestructura fundamental para el desarrollo integral de la Nación; el desarrollo de una cultura que exprese las riquezas de la tradición nacional y a su vez eleve el espíritu humano hacia su plenitud; el cuidado de los medios de comunicación social para que no denigren la dignidad de la persona humana y sobre todo del cuerpo; el respeto a la independencia del Poder Judicial y de las demás instituciones políticas; las relaciones internacionales fundadas en la paz y el respeto a los derechos humanos, sin caer en ideologías que imponen formas de pensar contrarias a la vida y a la familia…

Quiera Dios, que todos los ciudadanos, el próximo día 23 de octubre, participemos responsablemente con nuestro voto; y no seamos cómplices de posibles leyes que, yendo contra la dignidad y los derechos de la persona humana y la familia, no contribuirán a la edificación del bien común en nuestra gran nación argentina.