jueves, 21 de julio de 2011

Jornada Mundial de la Juventud




La Jornada Mundial de la Juventud en Madrid es un tiempo de especial gracia para los jóvenes.

A pesar de tantos vaticinios y juicios negativos sobre la juventud al propiciar esta Jornada la Iglesia prefiere hacer un voto de confianza en ella. Los jóvenes son la esperanza del mundo y la Iglesia. Ella confía plenamente en que Dios los ilumina y fortalece en medio de las vicisitudes propias de su edad y que esa acción divina prevalece por encima de todas las tentaciones y caídas. La Misericordia del Señor es la garantía de que la esperanza depositada en los jóvenes no es en vano.

Actualmente existe en nuestra Prelatura un grupo de jóvenes (también jóvenes consagrados) que se preparan para participar de esta Jornada. Sepan que toda esta Iglesia Particular los acompaña, anima y agradece que vayan como embajadores de nuestra identidad calchaquina y cristiana.

Los que quedamos en este bendito suelo rezamos por ellos y de alguna manera podemos participar utilizando las redes sociales que brinda internet: Facebook, YouTube, Twitter, Flicker, Tuenti.

"Durante este tiempo los fans han ido creciendo. Se comenzó con 6 idiomas, ahora son 21 en Facebook. Hoy ya son más de 300.000 fans de 82 países los que siguen la JMJ en las redes sociales; y más de un millón de reproducciones en el canal de la JMJ en YouTube." (AICA)

"¡De nosotros depende que nadie se pierda esta fiesta!"

Click aquí para el sitio oficial de JMJ

viernes, 1 de julio de 2011

Sagrado Corazón de Jesús






En el Día del Sagrado Corazón de Jesús:





Conozco tu miseria, las luchas y las tribulaciones de tu alma, las deficiencias y las enfermedades de tu cuerpo; sé de tu vileza, de tus pecados, y te digo lo mismo: dame tu corazón, ámame como eres.



Si esperas ser un ángel para abandonarte al Amor, no amarás nunca. Aún si eres vil en la práctica del deber y de la virtud, si vuelves a caer a menudo en aquellas culpas que quisieras no cometer más, no te permito no amarme, ámame como eres.



En cada instante y en cualquier situación en que te encuentres, en el fervor o en la aridez, en la fidelidad o en la deslealtad, ámame... como eres. Quiero el amor de tu pobre corazón; si esperas a ser perfecto, no me amarás jamás.



Hijo mío, deja que te ame, quiero tu corazón. Ciertamente que deseo con el tiempo transformarte, pero por ahora te amo como eres... y deso que tú hagas lo mismo; quiero ver que desde lo bajo de tu miseria subes al amor. Amo en ti también tu debilidad, amo el amor de los pobres miserables; quiero que desde los harapos de tu nada suba continuamente un gran grito: Jesús te amo.



Hoy estoy ente la puerta de tu corazón como un mendigo, ¡Yo, el Rey de los Reyes! Llamo y espero; apúrate a abrirme. No alegues tu miseria; si tú conocieras perfectamente tu indigencia, morirías de dolor. Lo que me heriría el corazón sería verte dudar de Mí y no tenerme confianza.



Te he dado a mi Madre, haz pasar todo por su corazón, que es tan puro.



Cualquier cosa que suceda, no esperes a ser santo para abandonarte al amor, no me amarías nunca .



Amame como eres