Material Pastoral

Guión para la Misa del Buen Pastor:

XLIL JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Domingo 29 de Abril 2012

MONICIÓN DE ENTRADA

El sacerdote, el diácono, u otro ministro idóneo, hace la siguiente monición sobre el sentido de la jornada:

Nos reunimos fraternalmente para celebrar la fiesta de la Eucaristía, en este tiempo Pascual en el que proclamamos con gozo la certeza de que Jesús ha resucitado y se manifiesta en nuestra comunidad.

Desde hace algunos años, en este día, cuarto domingo del tiempo pascual, celebramos en toda la Iglesia la Jornada Mundial de oración por las Vocaciones, de modo particular, a la vida consagrada y al sacerdocio ministerial. El tema que anima este año la Jornada es: “Las vocaciones, don de la caridad de Dios”. A la luz de la Palabra de Dios, que nos invitará a celebrar con gratitud a Cristo, Buen Pastor y Piedra angular de nuestra vida, en quien hemos sido hechos hijos de Dios, hagamos oración en esta fiesta por el regalo amoroso que hemos recibido de nuestra vocación y por el regalo que nos sigue haciendo de la vocación consagrada y sacerdotal. Dispongamos el corazón e iniciemos nuestra celebración, trayendo a la memoria la historia de muchos hombres y mujeres que, siguiendo a Jesús, conocen y dan la vida al pueblo de Dios, que somos Iglesia de Jesús.

LITURGIA DE LA PALABRA

LECCIONARIO: volumen II (B), lecturas del domingo: Hch 4, 8-12; Sal 117; 1 Jn 3, 1-2; Jn 10, 11-18.

SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA

— En este tiempo pascual, se nos invita a que prevalezca en nuestra vida la alegría y la esperanza, por la certeza de la resurrección de Jesús. En él, en Jesús, Dios cumple la profecía de cuidar de su pueblo con el afecto y responsabilidad con que el pastor cuida del rebano (.Como sigue el pastor el rastro de su rebaño cuando las ovejas se dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones» Ez 34, 12; «Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas en todos los países adonde las expulsé, las volveré a traer a sus pastos, para que crezcan y se multipliquen» Jr 23, 3).

— Tres rasgos caracterizan al buen pastor: conoce a las ovejas, da la vida por ellas y cuida de la unidad del rebaño (del pueblo). En el lenguaje bíblico, “conocer” va mas allá de lo intelectual, se refiere al afecto; a amar a alguien. Dar la vida libremente ayuda a pasar del victimismo y el sinsentido de la violencia, a la existencia oferente, en la que la libertad y la gratuidad caracterizan el amor. Cuidar de la unidad del rebano, entendido como el pueblo de Dios, es en sentido opuesto a cualquier actitud que divida o crispe. Solo la dulzura, la paciencia y la mansedumbre pueden disponer a que el pastor cuide en vez de dividir; que cure en vez de juzgar y excluir.

— Vivimos un tiempo complejo, social y eclesialmente; en el que estos rasgos del buen pastor nos traen aliento y esperanza, a la vez que nos comprometen a la sincera conversión. Que dentro y fuera de la Iglesia la pluralidad no se transforme en crispados enfrentamientos. Que los ministerios no se vivan como poder que se ejerce sobre la gente, sino como esa autoridad con la que Jesús habla (Mc 1, 21) que viene del amor obediente a su Padre Dios y del amor solidario a la humanidad. Que sepamos salir al encuentro de los demás, sobre todo de quienes más lo necesitan, para conocerles, conocer lo que viven, lo que padecen, lo que necesitan y anhelan, lo que temen y lo que les duele. Saber estar cerca de Jesús, que ha venido para que tengamos vida, y vida en abundancia (Jn 10, 10).

— Dios elige y llama a hermanas y hermanos a ser presencia de Jesús, el Buen Pastor. Es el regalo que, por amor, nos hace Dios de la vocación, a la vida consagrada y al ministerio sacerdotal; un regalo para toda la Iglesia, pueblo suyo, que sigue necesitando del cariño del Buen Pastor. La vocación no es un don solo individual, sino para toda la Iglesia. Cuando una persona siente y vive fiel al llamado que le hace Dios, toda la Iglesia se alegra, porque su vida es signo del don de la caridad de Dios a todo el pueblo. Por eso, como Iglesia, debemos hacernos responsables de cuidar, promover, animar y acompañar a quienes sienten la vocación al sacerdocio y/o a la vida consagrada. En su mensaje a propósito de esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el papa Benedicto XVI nos recuerda que .toda especifica vocación nace, de hecho, de la iniciativa de Dios, !es don de la Caridad de Dios! El es que da el “primer paso” y no por una particular bondad encontrada en nosotros, sino en virtud de la presencia de su mismo amor .derramado en nuestros corazones por el Espíritu” (Rm 5, 5)..

— También que la grandeza de la vida cristiana consiste en efecto en amar “como” Dios; se trata de un amor que se manifiesta en el don total de si mismo fiel y fecundo… del amor a Dios, del que los presbíteros y los religiosos llegan a ser imágenes visibles –aunque siempre imperfectas– es la motivación de la respuesta a la llamada de especial consagración al Señor a través de la Ordenación presbiteral o la profesión de los consejos evangélicos. La fuerza de la respuesta de san Pedro al divino Maestro: “Tu sabes que te quiero” (Jn 21, 15), es el secreto de una existencia entregada y vivida en plenitud, y por esto llena de profunda alegría..

— Y que la otra expresión concreta del amor, el amor al prójimo, sobre todo hacia los más necesitados y los que sufren, es el impulso decisivo que convierte al sacerdote y a la persona consagrada en un suscitador de comunión entre la gente y un sembrador de esperanza..

— Pidamos al Espíritu Santo, por intercesión de Santa María, madre de Dios y madre nuestra, que en esta fiesta nos anime en nuestra vocación y nos haga conscientes del amor con que Dios nos ama al habernos llamado a la vida, al seguimiento de Jesús y a nuestra especifica vocación. Pidámosle que nos conceda orar incesantemente pidiendo que haya jóvenes que deseen vivir su vocación como religiosos y sacerdotes, a la vez que nos ayude a ser corresponsables en cada momento del cuidado y maduración de estas vocaciones.

ORACIÓN UNIVERSAL

El sacerdote, con las manos juntas, invita a los fieles a orar diciendo:

Hoy queremos unirnos en oración con toda la Iglesia, invocar tu acción salvadora, Dios de la vida, ofrecerte nuestra realidad y nuestra vida, agradecerte por la vocación que nos regalas por amor y pedir por las situaciones más apremiantes de nuestro entorno.

Las intenciones son propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector u otra persona idónea.

• A ti, que eres la “piedra angular” sobre la que se edifica nuestra Iglesia, te encomendamos al Papa, a los obispos, a los sacerdotes, a las personas que han consagrado su vida a seguirte y a todos los bautizados, que seamos comunidades edificadas sobre ti, abiertas a los demás, en las que reine la fraternidad, la colegialidad, la comunión, la esperanza y la alegría. Oremos. R. Te rogamos, óyenos.

• Tu nos conoces bien; sabes lo que vivimos y lo que padecemos, conoces lo que nos duele y lo que necesitamos. Hoy traemos a nuestro corazón a todo tu pueblo, te presentamos la realidad compleja que vivimos. Ilumina y da fortaleza a líderes, gobernantes y dirigentes, para que busquen con honestidad el bien común, cuidando especialmente de las personas mas débiles y pobres, promoviendo que entre todos hagamos un mundo mejor, como lo suenas tu. Oremos. R. Te rogamos, óyenos.

• Tu eres nuestro Señor, el Buen Pastor, que nos conoces y das la vida por nosotros. Jesús, queremos ser Iglesia que conozca y sepa cuidar de las personas, en particular de quienes más necesitan de tu amor. Te pedimos que inspires en nuestras comunidades gestos misericordiosos y palabras oportunas ante situaciones de sufrimiento. Oremos. R. Te rogamos, óyenos.

• Jesús resucitado, creemos en tu presencia amorosa que nos acompaña siempre, eres el Hijo de Dios en quien hemos sido hechos hijas e hijos del Padre. Regálanos vivir de tal manera que no pactemos con el poder que oprime a la gente, sino que sepamos dar la vida para que reine la vida y el amor en nuestras familias, en nuestras comunidades y en toda la sociedad. Oremos. R. Te rogamos, óyenos.

• En esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, te damos gracias por las personas que has llamado y llamas a dar la vida, como haces tú, para los demás. Te pedimos a ti, el dueño de la mies, que sigas llamando a más trabajadores que con generosidad y amor se consagren al Reino, para hacer presente a Jesús, buen pastor, en la Iglesia, para el mundo; apasionados por ti, Dios de la vida, y por la vida de la humanidad. Oremos. R. Te rogamos, óyenos.

El sacerdote, con las manos extendidas, termina la plegaria común diciendo: Señor, Padre santo, tú que invitas a todos los fieles a alcanzar la caridad perfecta, pero no dejas de llamar a muchos para que sigan más de cerca las huellas de tu Hijo, concede a los que tú quieras elegir con una vocación particular llegar a ser, por su vida, signo y testimonio de tu reino ante la Iglesia y ante el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN PARA AGRADECER

Dios y Señor de la vida, de nuestra vida y de nuestra historia.
Nos amas, nos amas y nos llamas sin cesar, con delicadeza y paciencia.

Nos amas y nos llamas a seguir a Jesucristo, tu Hijo, nuestro buen Pastor, a quien nadie le quita la vida sino que nos la entrega por amor, misericordioso y fiel.

Gracias por la Eucaristía, que es fiesta de tu amor y de nuestra hermosa vocación.

Gracias por enseñarnos tu modo de ser y vivir.

Gracias por invitarnos a seguirte y a vivir como tú.

Gracias porque no nos abandonas nunca.

Gracias por los religiosos y religiosas, los sacerdotes, que son signos de tu presencia y de tu amor.

Queremos ser fieles a ese don de tu amor, fieles a la vida y a nuestra hermosa vocación.

Queremos vivir dóciles a ti, Espíritu Santo, hijos del Padre y hermanos de la humanidad, construyendo día a día el reinado de paz, comunión y solidaridad.

Sigue llamando a hermanas y hermanos nuestros, que vivan con alegría la consagración.

Ayúdanos a formar en su corazón, tu corazón de buen pastor, a estar cerca fraternalmente para que sepan ser como eres tú, buen Jesús y sepan decir con su vida, día a día: “Aquí estoy”, como lo vives tu.

Amén.



HORA SANTA
“El Padre me llama a conocerlo en la Eucaristía”

NOTA: 1°-Tener ubicado ya en el Monumento pan y vino de visible tamaño. 2°-Disponer de pequeñas velas y hojas, a modo de tarjetas, con el Credo Niceno constantinopolitano para repartir entre los presentes en el 2° momento. 3°-Buscar la personas para leer en los respectivos momentos.


Introducción:
Hermanos, si bien el Año de la Fe aún no ha comenzado, ya palpitamos sus frutos y vivencias. Y todo esto porque la exigencia de redescubrir el camino de la fe nos conducirá a iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo.


En este momento queremos permanecer junto al Señor y así esperar su gloriosa resurrección, contemplando el misterio de la Fe, la Eucaristía. Aquí está Aquel en quien creemos y esperamos. No hay otra mejor manera de estar entre nosotros que esta. Aquí se nutre y fortalece la fe.


Hermanos, ante la situación que hoy vivimos: falta de justicia, verdad y amor, no podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta. Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente. Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos. Cantemos.


CANTO: Alabado sea el Santísimo o Cantemos al Amor de los amores.


1er. Momento: La Palabra de Dios se hizo carne.


Escuchemos la Palabra de Dios:


LECTOR: «Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, di gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía. Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que Él vuelva» .


Tenemos en nuestro monumento del Santísimo, el pan y el vino, que en Misa se convierte en el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Por esto demos las gracias.


ORANTE: Gracias Señor , porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed...
Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.
Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.
Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...
Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la eucaristía...
Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar..., y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...


Padre nuestro… Dios te salve María… (3) Gloria al Padre…


CANTO: Como Cristo nos amó o Cuerpo y Sangre de Jesús.


La Iglesia hace a la Eucaristía y la Eucaristía hace a la Iglesia. Del costado abierto de Jesús nació la Iglesia, por el Bautismo y la Eucaristía, por la Sangre y el Agua. Necesitamos volver a Jesús, encontrarnos en Jesús y vivir en y desde Jesús.


«El Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados. Para el apóstol Pablo, este Amor lleva al hombre a una nueva vida: Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva (Rm 6, 4). Gracias a la fe, esta vida nueva plasma toda la existencia humana en la novedad radical de la resurrección» .


ORANTE: Padre Dios, que nos diste a tu Hijo Jesús, para que su presencia eucarística fuera el alimento de los valores que nos identifican como pueblo.
Que esta Hora Santa, sea el acontecimiento de gracia que nos devuelva a Jesús como autor de nuestra fe y de nuestro compromiso ciudadano.
Que tu Hijo y Salvador nuestro genere hombres y mujeres honestos y capaces, que amen y sirvan en sus comunidades.
Que haga posible la reconciliación en nuestra sociedad, herida por la división y el desencuentro.
Que establezca la auténtica solidaridad con quienes están más heridos a causa de la injusticia y de la pobreza.
Que su Eucaristía ocupe el corazón de nuestro pueblo e inspire sus proyectos y esperanzas.
Te pedimos, Padre, que Jesús Sacramentado aliente nuestro fraterno gesto de partir el pan y nos otorgue su paz. AMEN.


Padre nuestro… Dios te salve María… (3) Gloria al Padre…


CANTO: Cristo Jesús o Tan cerca de mí.


2do. Momento: La luz de la fe.


Jesús es la luz que ilumina nuestra vida. Al decir que somos cristianos decimos que profesamos la fe que Jesús nos entregó en sus Apóstoles. Esta fe se transmite de una manera íntegra y fiel desde aquellos momentos hasta hoy.


Nos decía el Papa Benedicto 16 en su Carta para el Año de la Fe: «Deseamos que este Año suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza. Será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía, que es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también la fuente de donde mana toda su fuerza. Al mismo tiempo, esperamos que el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble. Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe de hacer propio, sobre todo en este Año» .


En este momento se nos repartirán velas y tarjetas con el Credo largo para que ante el Misterio de la Fe, la Eucaristía, nos dispongamos a vivir y celebrar esta fe.
Al recibir la vela y el Credo largo, recordemos lo que le decía San Agustín en ocasión de la entrega del Credo: «El símbolo del sacrosanto misterio que recibieron todos a la vez y que hoy han recitado uno a uno, no es otra cosa que las palabras en las que se apoya sólidamente la fe de la Iglesia, nuestra madre, sobre la base inconmovible que es Cristo el Señor. […] Recibieron y recitaron algo que deben retener siempre en su mente y corazón y repetir en su lecho; algo sobre lo que tienen que pensar cuando están en la calle y que no deben olvidar ni cuando coman, de forma que, incluso cuando duerman corporalmente, vigilen con el corazón».


CANTO: Esta es la luz de Cristo o Creo en Jesús.


(Aquí se debería apagar las luces del templo y quedar sólo con las velas del monumento y de la gente encendidas)


De pie y todos a una voz profesamos nuestra fe. Creo en un solo Dios…


3er. Momento: La Eucaristía, Misterio de la Fe.
Hermanos, una de las aclamaciones más practicada en la Misa, y que se hace inmediatamente después de la Consagración, dice: ¡Este es el misterio (o sacramento) de la fe! Y nosotros respondemos: ¡Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección… ven Señor Jesús! Esta aclamación que se hace entre el sacerdote y el pueblo, es digna de destacar en este año de la fe. Primero, porque la conocemos muy bien; y segundo, porque no la hacemos como debe ser; es decir con su sentido y verdad.


Es la conclusión del momento santo e intenso; allí el sacerdote nos invita a aclamar, bendecir y alabar el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús que se ha realizado. La respuesta que damos está en relación con lo que se ha celebrado. Es caer en la cuenta que no sólo se ha recordado la Última Cena de Jesús, su muerte y resurrección, sino que también se ha actualizado para nosotros y para el perdón de nuestros pecados y los de todo el mundo.


Los invito a que la cantemos entre todos:


Este es el misterio de la Fe… anunciamos tu muerte, Señor, y proclamamos tu resurrección, hasta que vuelvas.


(Otra persona)
¿Cómo no he de aclamarte adorándote, Jesús mío, si eres el suave manto de rocío que ha revivido mis raíces secas? ¿Cómo no he de aclamarte adorándote si tu truecas en esperanza ardiente mi hondo hastío? ¿Quién como tú Jesús? que das al río cauce y corriente que jamás se agota y que haces estallar la estéril roca en fresco manantial para el estío.
Ya mi vaso jamás veré vacío ni seré más un triste abandonado, no sentiré la herida del pecado ni del traidor mordaz el desafío.
La misma soledad de ningún modo, torna mi vida triste y desolada, porque si ayer sin Ti, no tuve nada, hoy contigo Jesús, lo tengo todo.
Es tan bello Señor, estar contigo y tiene tu verdad tan dulce acento, que sin poder decirte lo que siento, arder yo siento en mí lo que te digo.
En la cumbre estelar de lo que ansío, Tú eres la luz polar que solo veo, eres mi fe, en Ti solo yo creo y es solo tu poder, mi poderío.
Más si al fin de mi senda, Jesús mío nubló mi ser la sombra de la muerte de nada temeré porque confío que en la aurora estelar habré de verte… y por fin adorarte por siempre.


CANTO: No adoréis a nadie u Oh buen Jesús.


Finalización de la Hora Santa: Acción de gracias.


Al finalizar este santo momento no podemos retirarnos sin proclamar la presencia de Jesús en cada sagrario, en cada instante. Allí está las 24 horas del día y en espera de nuestra visita. No nos conformemos con sólo hoy haber venido a este momento y por el contrario, nos comprometamos a hacernos un momento mensual, semanal y diario para visitarlo, según nuestras posibilidades.


(Si es posible lo hacen entre varias personas)


Podemos responder: ¡Alabado y adorado seas por siempre Jesús!


Jesús hoy nos dice: “Yo estoy en mi Iglesia. Yo estoy aquí realmente presente en el Santísimo Sacramento. Pero la gente no me conoce o no me quiere y me deja solo y abandonado. Ayúdame a renovar mi Iglesia por medio de la adoración eucarística y la visita diaria”.


¡Alabado y adorado seas por siempre Jesús!


Decir que creemos en la presencia real de Jesús es mucho más que aprobarlo con la inteligencia. Si creemos que Jesús está presente en el Santísimo Sacramento, entonces, nos comportemos de acuerdo a ello.


¡Alabado y adorado seas por siempre Jesús!


Lo mejor que se puede hacer en este mundo es estar con Jesús en el Santísimo Sacramento. El mejor tiempo invertido en la tierra es el tiempo que pasas junto a tu mejor Amigo, Jesús. Y aquí está la bendición para ser una buena persona, ciudadano y cristiano.


¡Alabado y adorado seas por siempre Jesús!


Hay cinco gracias que recibimos cada vez que visitamos a Jesús en el Santísimo Sacramento. Por sus cinco llagas gloriosas nosotros somos transfigurados y cambiados por medio de su amor sanador. Las gracias que Él derrama generosamente sobre nosotros por cada hora santa que hacemos son: restauración, santidad, conversión, reparación y salvación.


¡Alabado y adorado seas por siempre Jesús!


Jesús aceptó la muerte en la cruz para que pudiéramos tener la plenitud de su Vida en el Santísimo Sacramento. Él aceptó el odio para que podamos llenarnos de su Amor. Él aceptó ser herido al punto de ser desfigurado para que podamos ser sanados a la perfección. Él aceptó las tinieblas del terrible abismo para que podamos tener la luz y la alegría de su presencia real. Él aceptó la agonía de estar totalmente abandonado por el cielo, para que podamos tenerlo por siempre a Él con nosotros en la tierra.


¡Alabado y adorado seas por siempre Jesús!


CANTO FINAL: Iglesia peregrina o Junto a ti María.


Guión para Vía Crucis Viviente
(Adaptación especial Equipo de Apoyo)

Lector: El equipo de Apoyo Pastoral de la Parroquia Ntra. Sra. de Fátima, quiere que juntos meditemos el Vía Crusis. La Pasión y Muerte de Jesús. Pedimos que todos nos acompañen en cada una de las estaciones orando, cantando, caminando, y haciendo silencia cuando tengamos que hacerlo.

Lector: hermanos, no queremos que interpreten este vía crucis como un simple teatro. No es para detallar la vestimenta, las expresiones, el escenario, sino para que en nuestro interior, meditemos seriamente sobre nuestro compromiso, con la Iglesia, el Cristo Salvador. Y nuestros propios hermanos, que muchos de ellos viven la repetición del camino de la cruz y dejamos que pasen ante nuestros ojos sin querer darnos cuenta.

Canto:

(los actores se ubican en sus lugares)

1º Escena: Jesús en el Monte de los Olivos

(Jesús orando a lo lejos arrodillado, cerca Pedro, Santiago y Juan, durmiendo. Esta escena se vive en silencio o se puede cantar. Llega Judas con un grupo de hombres armados con espadas y palos, los tres apóstoles se despiertan y van donde Jesús cuando Judas lo besa)

Lector: Jesús estaba hablando todavía cuando llegó Judas, uno de los doce, acompañado de un grupo de gente armados con espadas y palos, enviados por los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo.
Judas les había dado esta señal:
-es aquel a quien yo de un beso, deténganlo. Inmediatamente se acercó a Jesús, lo besó y le dijo:

Judas: -¡Maestro, buenas noches!
Jesús: - Amigo has lo que vienes a hacer. (se dirige a la gente); y ustedes ¿porqué vienen a detenerme con espadas y palos como si fuese un ladrón?, acaso no me sentaba junto a ustedes en el templo para enseñar y no me detuvieron, pero otra vez se cumplen las Escrituras.

Soldado: -¡no lo escuchen es un charlatán, arréstenlo y llévenselo de una vez que es muy peligroso!
Pedro: -Maestro nosotros te defenderemos! (y sacando su espada le corta la oreja a un soldado).
Jesús: -¡Pedro! Regresa esa espada a su sitio, pues quien usa la espada, perecerá por la espada, ¿no crees que puedo llamar a mi Padre y Él al instante me enviará un ejercito de ángeles.
(El grupo de hombres armados llevan a Jesús, luego, de cerca lo siguen temerosamente los apóstoles)

Lector: El beso forma parte del ritual de encuentro entre lo hombres, los niños dan besos llenos de pureza y alegría, para los esposos suele ser el comienzo de un intenso encuentro y entre los amigos el beso es cordialidad y simpatía. Pero en Judas el beso tiene el sabor amargo de la traición. La mas injusta de las compra-ventas de toda la historia del mundo. Por aceptar treinta monedas por la venta de su amigo.

Lector: Más injusta que la compra venta del trabajo por un salario de miedo.
Más injusta que la compra de los cuerpos acumulados por tratantes de blancas y blancos.
Mas injusta que la compra venta de bebida alcoholizante y de droga alucinante.
Mas injusta que la compra venta de la armas para la próxima guerra.
Mas injusta que la compra venta de dirigentes sindicales, hombres de política o funcionarios de justicia.

Lector: La respuesta de Jesús ante el beso injusto mantiene la última posibilidad de la mano tendida, el gesto cálido, el posible retorno al camino de la libertad, por eso le dice a Judas “Amigo”

Lector: A cada oración respondemos: “Perdónanos Señor”
*Por los que traicionamos...
*Por los que no sabemos ser amigos...
*Por los que besamos sin sentido...
*Por las víctimas de los injustos comercios de los hombres...

Canto:


2º Escena: Jesús comparece ante el Sanedrín

Lector: Quienes habían arrestado a Jesús le lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote Judío Caifás, donde comenzaron a reunirse los escribas y los ancianos convocados para una reunión extraordinaria con carácter de urgencia.
Era la madrugada del viernes y los sumos sacerdotes y todo el consejo trataban de revestir de legalidad, el proceso de juicio mas injusto y sin oportunidad para Jesús ya que la sentencia estaba dada, antes de haber comenzado a juzgarlo.

Lector: Querían condenarlo a muerte y serían capaz de hacer cualquier cosa, hasta de convenir con testigos falsos. Varios se presentaron a acusarlo, pero no tenían suficientes fundamentos , hasta que uno de ellos pasó a declarar y dijo.

Testigo: -Yo escuché decir a este hombre, que él puede destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días! (Jesús callado)

Sumo Sacerdote: -¿qué es esto que declaran en contra tuya? ¿no te defenderás? ¿porqué no hablas como lo hacías con tus seguidores, donde están ellos ahora? ¿qué les enseñabas?.

Jesús: -Yo he hablado abiertamente al pueblo, he enseñado en la casa oración y en el templo, en los lugares donde se reúnen todos los judíos. No he dicho nada en secreto. ¿porqué me preguntas a mi? Pregúntaselo a los que me han escuchado, ellos saben lo que dije.

Sirviente: -Esa es la manera de contestar al sumo sacerdote? (y le da una bofetada).

Jesús: -Si he hablado mal dime en qué, pero si he hablado bien ¿porqué me pegas?

Sumo Sacerdote: -(se acerca) Dime ¿eres tu el Cristo, el hijo de Dios, quien llaman el Mesías, el Rey de los Judíos? (Jesús permanece callado, el sumo sacerdote se enoja y vuelve a preguntar) ¡En el nombre del Dios viviente! Te ordeno que me respondas: (silencio)

Jesús: -Tu lo has dicho, lo soy, y en adelante verán al hijo del hombre sentado a la derecha del Dios Poderoso y viniendo sobre las nubes.
(el sumo sacerdote monta en cólera y grita enfurecidamente)


Sumo Sacerdote: -¡Blasfemia! Ustedes mismos acaban de oír estas palabras escandalosas ¿para qué necesitamos mas testigos? ¿Qué les parece? ¿Cuál es el Veredicto?

Uno: - ¡Merece la muerte!

Todos: - Si ¡Muerte al bastardo! (y comienza a escucharse un montón de acusaciones de muerte contra Jesús. Lo sacan a empujones y a golpes)

Lector: ¿Quiénes son los que condenan a Jesús? Los jefes religiosos que adoran al Dios Vivo, al Padre de Jesucristo, esos son los primeros en rechazarlo. En nombre de pureza religiosa morirá el que acaba de proclamarse Hijo de Dios.
Muchas muertes de cristianos en América Latina son provocadas, en los últimos años, por otros creyentes que se constituyen en nuevos sanedrines, sin mas autoridad que la fuerza o la violencia.

Lector: -Ante asesinos como estos , reflexionaba el obispo de la Rioja, Monseñor Angelelli. “¿Hay a caso hermanos nuestros que pueden imaginar, pensar o programar violencia; y otros que las ejecutan? ¿Y es posible que coincidan?... no entiendo como esos hombres pueden tomar a sus semejantes y diciéndose cristianos, despedazarlos y triturarlos como el trigo para hacer pan , por mas que esta vez les haya salido pan bendito”.

Canto:

Lector: -Jerusalén comenzaba a despertarse lentamente en la mañana de ese día viernes, ignorando aún lo que había ocurrido en la casa del sumo sacerdote aquella madrugada donde Jesús fue condenado injustamente.
Para poder aplicarle la pena de muerte que querían para Jesús, lo llevaron rápidamente ante el gobernador romano, Poncio Pilatos para que firme la sentencia.

Pilatos: -¿de qué acusan a este hombre?
Judío: -¡si no fuera un malhechor no lo habríamos traído ante Ti!

Pilatos: -¡Llévenselo y júzguenlo según su Ley, no me meto en cosas de ustedes!
Judío: -¡no tenemos autorización para aplicar pena de muerte!
Pilatos: -¡y qué ha hecho este hombre para merecer tal castigo!
Judío: -¡hemos comprobado que es un agitador!
Pilatos: - (sonriente); ¡un agitador!; a mi me parece un pobre diablo! ¿cómo pueden tener miedo a alguien como Él?
Judío: -señor gobernador, reúne a un montón de gente de mala muerte, no quiere que paguen los impuestos al Cesar y que se revelen contra Roma.
Otro Judío: -Además se hace pasar por nuestro rey, enviado por Dios! (silencia); (Pilatos se dirige a Jesús)
Pilatos: -¿eres tú el rey de los Judíos?
Jesús: -¿esta pregunta viene de ti o repites lo que otros han dicho de mi?
Pilatos: -Los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí ¿no sabes que está en mis manos condenarte o dejarte en libertad?, así que si aprecias tu vida colabora conmigo y respóndeme ¿qué has hecho?
Jesús: -Mi realeza no procede de este mundo; si fuera rey como los de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los Judíos, pero mi reinado no es de acá.
Pilatos: -entonces eres rey?
Jesús: -tu lo has dicho... (piensa)
Pilatos: -yo no veo delito en este hombre!, parece ser que es un pobre delirante; como tantos!
Judío: -pero está alborotando al pueblo y difunde su doctrina por todo el país de los judíos.
Otro judío: -si!, comenzó por Galilea y ha llegado hasta aquí (silencio, Pilatos muestra preocupación).
Pilatos: -¡qué es todo esto que declaran en contra tuya, no tienes nada que decir? (Jesús no responde)

Lector: Pilatos se encontraba verdaderamente en una encrucijada, A pesar de su crueldad, no tenía intenciones de condenar a Jesús, para no satisfacer a los sacerdotes judíos, a quienes detestaba, además su esposa le ha dado una terrible advertencia, la noche anterior había tenido un sueño con este santo. Y para Pilatos, que era supersticioso lo ponía aún más en aprietos, pero debía cuidar su puesto y quedar bien con el pueblo.

Pilatos: -ustedes me presentaron a este hombre acusándolo de agitador, lo interrogué personalmente delante de ustedes, pero no lo hallé culpable de ninguno de los crímenes de que lo acusan. Como ven, en todo lo que hizo no hay ningún crimen que merezca la muerte. Así es que quiero terminar lo mas pronto posible con este fastidioso problema y luego de castigarlo, lo dejaré en libertad! (se va) le siguen los maestros reclamándoles, los soldados toman a Jesús)

Lector: -Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a la guardia alrededor de él, para burlarse.
La condena ha llegado a la violencia física y el rostro e Jesús se va desfigurando por la sangre que brota de las espinas, los golpes y las escupidas. (lo amarran para azotarlo)

Soldado: -¡salud rey de los judíos!
Soldado: -Pero a su majestad le hace falta una capa real! Ja, Ja!
Soldado: -¡compañeros! Esperen ¡ un rey sin corona no es rey! Ja, Ja, Ja!

Lector: -Y así torturaron a Jesús, se burlaban de él haciendo reverencias y diciendo, ¡salud rey de los Judíos!

Lector: -Los obispos latinoamericanos nos dijeron “ la situación de extrema pobreza generalizada adquiere en la vida real, rostros muy concretos, en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de cristo el Señor, que nos cuestiona y nos pide ayuda”
*Rostros de niños golpeados por la pobreza.
*Rostros de jóvenes desorientados por no encontrar su lugar en la sociedad...
*Rostros de indígenas que pueden ser considerados los pobre entre los pobres...
*Rostros de campesinos a veces privados de tierras sometidos a sistemas de comercialización que explotan...
*Rostros de obreros con bajos salarios y con dificultades para organizarse y defender sus derechos...
*Rostros de desempleados, despedidos por duras exigencias económicas...
*Rostros de marginados...
*Rostros de ancianos, cada día mas numerosos, frecuentemente olvidados por la sociedad del progreso que no necesitan de las personas que no producen.

Canto:

(nuevamente en el tribunal, esta vez con todo el pueblo, Barrabás a la izquierda y Jesús a la derecha) (hacen callar al pueblo)
Pilatos: -Como estamos en vísperas a la fiesta de la Pascua, he decidido dejar en libertad a un reo, el que el pueblo elija... (hacen pasar a Jesús)
¡aquí tienen a su rey!
Pueblo: -que muera, que muera!
Pilatos: -debo matar yo a su rey?
Pueblo: -no tenemos mas rey que el Cesar
Pilatos: -(cada ves antes de hablar pide silencio); pero ¿qué mal ha hecho este hombre? No encontré nada en su asunto que mereciera la muerte... por eso ...
(pero la multitud no lo deja hablar, pidiendo de diferentes formas la muerte de Jesús, hasta que logran hacerlos calmar)
Pueblo: -si lo dejas en libertad no eres amigo del Cesar, porque todo el que se proclama rey está en contra del Cesar.
Todos: ¡Si!... sí (cuando los hacen callar)
Pilatos: -a quién quieren que ponga en libertad a Barrabás o a quién ustedes llaman rey de los judíos
Pueblo: -a Barrabás!, a Barrabás!
Pilatos: -¿y que hago con este?
Todos: -¡crucifícalo, crucifícalo!
Pilatos: -(pide agua) yo no me hago responsable de la sangre que se va a derramar, que recaiga sobre ustedes y los hijos de ustedes! (se lava) hagan con él lo que quieran (y firma la sentencia de muerte)
Todos: ¡bien! (Y el pueblo invade el tribunal y toma a Jesús para cargar con la cruz, comienza la caminata)

Lector: Jesús lleva sobre sí la cruz. Salió de la ciudad para dirigirse a una loma llamada el Gólgota, que en Hebreo significa lugar del cráneo.
Jesús entrega su vida libremente y carga con la pesada cruz en donde va a morir.
Hoy todo hombre puede entregar su vida en cualquier trabajo para el servicio de sus hermanos.

Lector: la invitación claramente resonó en la boca de Jesús: “Quién quiera venir conmigo, que cargue su cruz y me siga”.
Pero la carga de la cruz se hace más liviana si la llevamos entre todos; y en nuestra parroquia hay tantas formas de hacerlo, colaborando con la catequesis familiar, como matrimonios guía o con los niños como animadores.
Ayudando a llevar buenas noticias si queremos participar como mensajeros conociendo mejor a nuestros propios vecinos, acercándonos en el abrazo fraterno.
Todos estamos invitados, jóvenes, adultos, niños, hombres y mujeres a ser parte de la Civilización del Amor, de nuestra decisión depende.

Canto:

(mientras Jesús toma la cruz y se dirige a la primera estación)

Estación 1: Jesús cae por primera vez

Lector: Jesús cae, el peso de la cruz es demasiado para él, pero se levanta. Se levanta y sigue adelante, no se deja vencer fácilmente, ¡qué fuerza la de Jesús! Pero esa fuerza de cumplir la voluntad de Dios para salvarnos.

Lector: acompañemos el suplicio de Jesús, en completo silencio. Meditando esta escena del Via Crusis (se retoma la marcha. Los soldados que acompañan a Jesús lo levantan a pinta de espadas)

Estación 2: Segunda caída

Lector: Jesús cae por segunda vez. Esta caída no debe tomarse como un fracaso, sinó como el paso del triunfo de la vida sobre la muerte, en acto de verdadero amor hacia el prójimo, de entrega total a tal punto de entregar su propia vida por sus hermanos.

Canto:

Estación 3: El encuentro con la Verónica

(se aproxima una chica con un lienzo para limpiar el rostro de Jesús)

Lector: una de las mujeres quiere ayudar a Jesús, por mas pequeña que sea, y se encuentra con el rostro sufriente de Jesús. (se retoma la marcha)
Hoy hay hombres que alegremente llevan su cruz por ellos y por tantos otros, oremos. Y a cada intención respondemos “escúchanos Señor”

*Por los hombres que entregan su vida en silencio cada día. Oremos
* Por los obreros, los empleados, los profesionales, las enfermeras, las maestras, las amas de casa. Oremos

Estación 4: Las mujeres de Jerusalén

Lector: Seguían a Jesús muchos vecinos del pueblo y buen número de mujeres con sus hijos, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.
Pero Jesús, dirigiéndose a ellas, les dijo.

Jesús: - Hijas de Jerusalén no lloren por mí , lloren más bien por ustedes y sus hijos. Porque llegará e día en que se dirá. Felices los hombres y las mujeres sin hijos, las que no dieron a luz ni amamantaron; entonces se dirá ¡ojalá los cerros y las lomas caigan sobre nosotros y nos oculten porque si hacen esto con el árbol verde ¡que harán con el seco! (retoman la marcha)

Lector: Aquí va Jesús. Nuestro salvador. El Hijo de Dios. Quien había sido presentado como un poderoso, camina como un malhechor rumbo a la muerte más humillante ante los ojos de todo el pueblo, que se dirigían a las afueras de la ciudad, simbolizando así la expulsión y marginación de la comunidad. Las instituciones políticas, religiosas y económicas lo arrojaron fuera de su seno. En ese excomulgado creemos los cristianos, nuestro Mesías es despreciado por las autoridades, y por eso, el poder injusto siempre despreciará al verdadero cristiano y lo arrojará fuera, como a Jesús.

Lector: Acompañemos también a la Madre de Jesús, que siempre estuvo junto a su hijo sufriendo terriblemente de forma inexplicable. A ella que aún hoy sigue con el llanto sostenido. Digámosle: “Dios te salve María” (rezo)

Estación 5: Tercera caída

(cae y queda en el piso mientras se lee con la cara en el suelo y totalmente tendido)

Lector: Jesús cae por tercera vez. Sus fuerzas físicas no le permiten seguir cargando con el pesado madero. Señor perdónanos por hacer con nuestros pecados más pesada aún tu carga. (se levanta y buscan a Simón de Cirene).

Lector: Cuando lo llevaban a crucificar; detuvieron a un tal Simón de Cirene, que regresaba del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús. (retomando la marcha, el Cireneo lleva la cruz y Jesús camina), (se puede rezar el Padre Nuestro).

Lector: Cada hombre, cada familia, cada país tiene su cruz.
El dolor se escucha dañino durante la enfermedad; la muerte asecha en cada vuelta de la vida; muchas veces los desencuentros familiares se tornan cotidianos; se multiplican las dificultades en el trabajo, los problemas económicos, las tensiones entre los amigos.

Lector: Cada vez que alguien se hace presente acompañando, consolando, participando, entonces ayuda a llevar la cruz.
A cada oración respondemos: “Escúchanos Señor”
*Por los enfermos y moribundos...
*Por los que sufren tensiones familiares o sociales...
*Por los que ayudan a llevar la cruz de sus hermanos...

canto:

(En este trayecto pueden pedir a quienes deseen ayudar a llevar la cruz; se lee o se canta hasta llegar al lugar de la crucifixión)

Lector: -Cristo es el hijo de Dios pero “ha elegido el camino del despojo y de la humillación, oculta su gloria en la oscuridad de la pobreza y de la cruz y hasta su retorno, durante esta historia, mantiene oculta su gloria en la persona de los pobres y humillados, en quienes queda presente entre nosotros de una manera singular.
Cristo unido con todo hombre, está particularmente vinculado con los hambrientos y sedientos de la parábola a quienes llama sus mas pequeños hermanos. Por esto, a afirmar desde nuestra la dignidad de todo hombre, reconocemos también la eminente dignidad de los pobres.

Lector: -Al profesar que todo hombre nos visible al Señor, primogénito entre muchos hermanos, reconocemos la particular y específica calidad que tienen los pobres para ser sacramento de Cristo.
A cada oración respondemos: “Ruega por nosotros”

*Rey coronado de espinas...
*Rey triunfante en la oscuridad de la Cruz...
*Rey oculto en los pobres y humillados...
*Rey del mundo y de la historia...
*Rey de la Paz...

(llegan al calvario)

(Esta escena, se realiza sin intervención del lector, aparecen en escena los dos ladrones, se levanta la cruz con las sogas)

Lector: -Cargar la cruz es atreverse a emprender un camino en el que se saborea fracaso, la amargura y el ridículo. Los poderosos que decretan la condena, humillan, azotan, insultan al reo hasta el lugar de su suplicio. Así lo había visto Jesús y así lo sufrió. El camino cristiano es duro, mantenerse firme en el hasta el final es la prueba de nuestra fidelidad al compromiso con la justicia.

(Una ves parada la cruz, le colocan el INRI, con una escalera y los soldados se reparten las vestiduras)

Soldado: -¿quién quiere quedarse con el traje real de su majestad? El Rey de los Judíos
Soldado: -¡yo quiero tener su manto!
Otro: -¿porqué no lo echamos a la suerte?
Soldado: -¡eso!, tiremos los dados.
(juegan y se reparten las túnicas, los judíos comienzan a insultarlos)
Judío: -Ya que salvó a otros, que se salve a si mismo, para ver si es el Cristo de Dios, el elegido.
Soldado: -Si tu dices ser el rey de los judíos, sálvate a ti mismo (se ríen)
Judío: -Si bajas de la cruz, creeremos en ti (se ríen, y dicen varios insultos mientras que Jesús dice...)
Jesús: ¡Perdónalos porque no saben lo que hacen!
(Juan y María hablan con el soldado para acercase a Jesús).
Jesús: -¡Madre, Madre!...
María: -Hijo mío.
Jesús: -Madre ahí tienes a tu hijo!...
Jesús: -Juan, ahí tienes a tu madre... cuida de ella...
Juan: -¡Si! Jesús...(y se alejan)
Jesús: -tengo sed! (le acercan una lanza pero apenas la toca)
Jesús: -(gritando), ¡Padre. Padre!..., porqué me has abandonado? (y muere, se deja un momento de profundo silencio, todos mirando la cruz) (un soldado que permanecía bajo la cruz)
Soldado: -Este hombre verdaderamente era hijo de Dios (y agacha la cabeza)

Canto:

(permanecemos en nuestros lugares)

Soldado: -Muy bien bájenlo está llegando el sábado y su cuerpo no puede quedar aquí
Soldado: -habrá muerto?
Soldado: -pero claro cómo crees que seguirá vivo con todo lo que pasó?, hasta que resistió demasiado!
Soldado: -Yo quiero salirme de las dudas (se dirige a la lanza, Juan que estaba cerca)
Juan: -¡Por favor no le hagan mas daño! (y le hincan la lanza en el costado izquierdo, lo bajan y lo dejan en los brazos de María, rodeada por sus discípulos)

Canto:

(llega José de Arimatea)

José: -Tengo una orden firmada por el gobernador Poncio Pilatos, para retirar el cuerpo de Jesús y enterrarlo en un sepulcro que pertenece a mi familia...
Soldado: -Déjame ver, trae aquí eso que tu dices!...
¿para qué preocupas por este hombre?
¿qué acaso no eres uno de esos maestros judíos?
José: -Lo soy pero trataré de hacer algo por él, por mas que sea a último momento yo soy uno de los tantos que estamos aquí que tenemos un cargo público pero no hacemos nada por ayudar a los que están abajo, espero que en mi caso no sea tarde para arrepentirme.
(envuelven el cuerpo de Jesús en una sábana y los soldados lo llevan a otro lugar, es importante que digan al público que se quede en su lugar especialmente a los niños ya que quieren ver donde ponen a Jesús y así no invaden el escenario, mientras se lee)

Lector: -El auténtico camino de la cruz no ha terminado.
La muerte, el dolor, el sufrimiento y el sepulcro son solo una etapa.
La esperanza no muere, triunfa la vida, dice San Pablo: “si Cristo no hubiera resucitado nuestra fe no serviría para nada”. Pero Cristo resucitó y asegura nuestro triunfo.
La liberación de toda opresión de la injusticia, de la violencia, del egoísmo, del pecado, ahora es posible.
En el corazón oscuro del sepulcro la pequeña luz estallará deslumbrante. La vigilia pascual será una ves mas la entrada luminosa del gran cirio y el resplandor de cientos de luminarias personales.

Lector: -De esta forma el Equipo de Apoyo de la Nueva Pastoral Juvenil de la parroquia Ntra. Sra. de Fátima, con gran esfuerzo y mucho amor propio, ha querido llegar hasta ustedes con esta misión del Camino de la Cruz; que juntos lo hemos recorrido, el verdadero camino comienza de regreso a casa.
Esperamos que esta oración haya servido para vivir mejor la Semana Santa y meditar sobre nuestras vidas. Y desde el puesto que tenemos o el lugar en que estamos, aceptar alegremente nuestra cruz de cada día.

Amén

Nos desconcentramos cantando el canto nº:

Fuentes tomadas:
-Evangelios de Marcos, Mateos, Lucas y Juan.
-“Un tal Jesús” (José Ignacio y María López Vigil. 1984)
-“Vía Crusis Evangélico” (Familia Cristina )


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Personajes que aparecen en esta recopilación:

Jesús:.......................................................................................................................................................
María:......................................................................................................................................................
Pedro:......................................................................................................................................................
Santiago:..................................................................................................................................................
Juan:........................................................................................................................................................
Poncio Pilatos:........................................................................................................................................
Sumo Sacerdote Caifás:..........................................................................................................................
Judas:......................................................................................................................................................
Judíos (cantidad necesaria):....................................................................................................................
Soldados (cantidad necesaria):...............................................................................................................
Simón de Cirene:....................................................................................................................................
José de Arimatea:...................................................................................................................................
Mujeres (cantidad necesaria)..................................................................................................................
La verónica:............................................................................................................................................
Pueblo (cantidad necesaria):...................................................................................................................
Lectores (al menos dos)..........................................................................................................................